En nuestra gastronomía mediterránea, es habitual el uso de hierbas aromáticas en la elaboración de nuestros platos. Pero, ¿qué hay de las consideradas, flores comestibles? Obviamente, existen muchas plantas que se utilizan como alimento en la gastronomía, pero hoy nos fijaremos bien en aquellas partes de la planta que también podemos utilizar en nuestra cocina, las flores.
Las flores comestibles han sido utilizadas en la gastronomía desde tiempos inmemoriales, desde la borraja hasta la delicada flor del pensamiento, aportando no solo un toque decorativo a los platos sino también sabores y aromas únicos. En este artículo, exploraremos algunas variedades de flores comestibles disponibles, sus propiedades, sus usos en la cocina y algunas recetas creativas para incorporarlas a tus platos. ¡Descubre así cómo darle un toque de sofisticación y originalidad a tus recetas con las flores comestibles!
¿Qué son las flores comestibles?
Las flores comestibles son aquellas que pueden ser consumidas de forma segura, ya sean crudas o cocidas. Por sus características, pueden utilizarse como ingredientes en la cocina, no solo por su sabor, sino también por sus cualidades atractivas y decorativas que hacen resaltar sus colores vivos en los platos.
En esta línea, la alta cocina ha ido incorporado el uso de flores comestibles en sus platos como una forma de añadir sabor, aroma y color a las preparaciones. Algunas de las flores comestibles más utilizadas en la alta cocina incluyen la lavanda, la flor de calabaza, el pensamiento, la rosa, el girasol, la violeta y la begonia, aunque también destacan por su popularidad para ser consumidas la caléndula, la rosa, la lavanda, el pensamiento, la capuchina, la borraja, la dalia, el hibisco, la lila y el jazmín.
Beneficios de las flores comestibles.
Pero las flores comestibles no solo aportan un toque de sabor y color a los platos, sino que también ofrecen beneficios para la salud. El motivo es que muchas flores comestibles contienen antioxidantes, vitaminas y minerales que pueden ayudar a fortalecer el sistema inmunológico y prevenir enfermedades. Además, el simple hecho de incluir flores en tus platos puede elevar la experiencia gastronómica y sorprender a tus comensales.
Precaución en el uso de las flores comestibles.
Según la Agencia Catalana de Seguridad Alimentaria, algunas flores pueden ser tóxicas y pueden causar indigestión o reacciones alérgicas si se comen en grandes cantidades; por ello, se recomienda iniciarse en el consumo de las flores, en pequeñas cantidades. Por lo tanto, se recomienda no comer flores que no se puedan identificar sin lugar a dudas y comprarlas en establecimientos alimentarios, debidamente envasadas y etiquetadas.
A su vez, antes de incorporarlas en nuestros platos, tenemos que informarnos bien como manipularlas durante la preparación. Por norma general, hay que retirar el pistilo y los estambres para extraer el polen, ya que puede causar alergia o desencadenar asma. También conviene retirar el tallo y los sépalos debido al sabor amargo que tienen. Como cualquier otro vegetal de consumo en crudo, hay que lavarlas bien con agua antes de consumirlas.
Flores comestibles que podemos usar en la cocina.
A continuación, veremos una selección de flores que podemos encontrar fácilmente y cómo presentarlas en nuestros platos.
Jazmín
El jazmín es una planta trepadora y tiene un aroma intenso y dulce, con flores blancas o amarillas. Se cultiva en todo el mundo, principalmente como planta ornamental y para la producción de perfumes. Los pétalos de jazmín se utilizan a menudo en aceites esenciales y cosméticos, y por el conocido té verde con jazmín.
Con todo, también la encontramos en la cocina, en arroces o pastas, o para dar aroma en cremas, quesos, ensaladas o carnes. Y en postres se suele utilizar como condimento de helados, sorbetes o chocolates.
Caléndula
La reconocerás por sus pétalos de colores que varían del amarillo intenso al rojo. Se utilizan a menudo para la producción de cosméticos y medicamentos, ya que la caléndula tiene propiedades antiinflamatorias, antisépticas y calmantes.
Pero tanto sus hojas como sus flores son comestibles y las podemos encontrar por ejemplo, en risottos.
Los brotes también se pueden agregar a las ensaladas, mientras que los pétalos frescos son perfectos para dar sabor al pescado o para colorear tortillas.
Lavanda
La lavanda es muy utilizada en la fitoterapia para elaborar aceites esenciales, infusiones y cremas para el cuidado de la piel, gracias a sus propiedades relajantes y calmantes. Pero, como flor comestible, también se suele utilizar, fresca o seca, como condimento.
Un ejemplo del uso de la lavanda es como complemento de otras hierbas como el romero, el tomillo o la salvia, en nuestras recetas al horno. También en ensaladas u otro tipo de platos gracias a su sabor floral. Aunque su mayor uso es en las recetas dulces, pues la encontramos en bizcochos, galletas o magdalenas. Y no olvidemos su uso en mermeladas y mieles!
Pensamiento
Si bien se usa externamente para tratar enfermedades leves de la piel como la caspa, la costra láctea y el acné, también es muy popular en cocinas de restaurantes y coctelerías.
La flor de pensamiento puede consumirse directamente, utilizarse como guarnición en platos y para decorar bebidas especiales. Esta flor dará color a tus creaciones culinarias y es apta para acompañar tanto platos salados como dulces. Utilízalas como guarnición, en ensaladas de frutas, ensalada verde, postres o en cremas frías. Son perfectas para glasearlas ya que cristalizan con azúcar estupendamente, ideales para decorar la repostería.
Borraja
La borraja es conocida por sus flores azules, que a menudo se utilizan como adorno en jardines. También tiene un alto contenido de ácido gamma-linolénico (GLA), un ácido graso esencial que ha demostrado tener propiedades antiinflamatorias y respalda la salud del corazón y el cerebro.
Pero sus hojas y semillas son también comestibles y se utilizan en la cocina como ingredientes de ensaladas, sopas y otros platos.
Rosa
Los romanos ya las empleaban en sus platos, pero el uso en las comidas se fue perdiendo gradualmente. Son fuente de vitaminas y antioxidantes.
Con las rosas podemos hacer muchos platos y bebidas. Por ejemplo, sorbete de pétalos de rosa, infusionando los pétalos y añadiéndole un poco de azúcar. También una ensalada con pétalos de rosa. Y, por supuesto, postres como mermeladas, bombones y tartas.
Para terminar, os sugerimos algunas opciones para decorar y saborear vuestras recetas con flores comestibles:
- En ensaladas: Añade flores comestibles como caléndulas, capuchinas o violetas a tus ensaladas para darles un toque de color y sabor.
- En bebidas: Decora tus bebidas, como tés, aguas aromatizadas o cócteles, con flores comestibles como lavanda o hibisco.
- En postres: Utiliza flores como rosas o pensamientos en tus postres, como cupcakes, tartas o helados, para darles un toque elegante.
- En platos principales: Añade flores comestibles como borraja o acianos a tus platos principales, como pastas, risottos o carnes, para darles un toque especial.
- En infusiones: Prepara infusiones con flores comestibles como manzanilla, flor de jazmín o rosa damascena para disfrutar de sus propiedades y su sabor.
Después de la lectura, os lanzaréis a introducir las flores comestibles en vuestras recetas? O ya tenéis experiencia en su uso? Esperamos vuestros comentarios y sugerencias!
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