Todos sabemos la existencia de plantas que tienen cierto movimiento. Algunos ejemplos son el girasol, que gira la orientación de sus flores en función de donde se encuentra el sol, o también el de las plantas carnívoras que cierran sus pinzas al notar la presencia de un insecto en ellas. Pues bien, estas no son las únicas plantas que se mueven. Aparte de los pequeños movimientos que pueda hacer una planta debido a su crecimiento, las plantas generalmente no tienen movimiento. En el artículo de hoy, te mostraremos una especie de plantas llamada mimosa sensitiva que se mueven al tocarlas.
Características de la mimosa sensitiva
Las mimosas sensitivas o Mimosa pudica son una especie de plantas originarias de la selva tropical americana. Es de la familia de las leguminosas. Es una planta perenne que puede llegar al metro y medio en su hábitat natural, pero en maceta puede hacer entre 30-100 cm de altura. Su tallo suele ser fino y sus hojas compuestas por folíolos alargados. En cuanto a floración de la mimosa sensitiva, hace unas flores redondas en forma de pequeña bola de color rosa pálido, muy parecidas a la mimosa amarilla tanto en las hojas como en las flores.
¿Dónde poner la mimosa sensitiva?
La mimosa requiere bastante luz. Esto no quiere decir que pueda estar en algún espacio de sol-sombra. Recomendamos más de medio día de luz alta para que pueda desarrollarse correctamente. En cualquier caso, si viéramos que nuestra mimosa empieza a tener parte de las hojas con manchas, te recomendamos que no tenga tanto sol directo.
También te recomendamos que, si la tienes en el exterior, evita zonas con mucha corriente porque si hace mucho viento las hojas permanecerán cerradas, por lo que la mimosa no podrá hacer la fotosíntesis correctamente durante el día.
¿Cuándo regar la mimosa sensitiva?
En cuanto al riego de la mimosa, es una planta de origen tropical, por lo que su riego debe ser bastante constante. Hay que regar habitualmente para mantener el sustrato húmedo. Algunos indicadores de falta de riego son hojas amarillentas y hojas siempre cerradas.
¿Qué sustrato y abono utilizar para la mimosa ?
Para la tierra, las mimosas requieren un sustrato que sostenga la humedad en las primeras capas y que drene bien. Para ello a veces se pueden añadir sustratos con algún componente para drenar como perlita para que sea más fácil evacuar el agua en la zona baja de las raíces.
El abonado de las mimosas debe ser muy leve, únicamente se puede hacer un abonado con algún abono no específico en los meses más cálidos. Esto servirá para que la planta tenga suficientes nutrientes para soportar el calor de verano.
¿Cómo se mueve la mimosa?
Lo que más nos llama la atención de las mimosas sensitivas es su sensibilidad al tacto. Esta sensibilidad se debe a años de evolución para que los animales herbívoros no se comieran sus tiernas hojas. En cuanto se acerca un animal o las toca, las hojas se recogen y se “esconden” haciendo creer al depredador que esa planta ya no tiene hojas. Pero, ¿cómo lo hace la mimosa para moverse? Pues bien, la respuesta es la osmosis. En el mundo vegetal no existen nervios ni neuronas para enviar señales eléctricas. Pero gracias a este proceso, algunas plantas pueden mover ligeramente o inclinar partes de su estructura. En este caso, la planta, al ser tocada, las células de la parte exterior avisan a las células de la parte donde se sujetan las hojas y mediante un intercambio iónico las células se vuelven más o menos turgentes produciendo un movimiento. Os lo mostramos en el siguiente video.
Alucinante, ¿no? Las plantas no paran de sorprendernos. Gracias a la evolución vemos infinidad de trucos que utilizan para sobrevivir. Puedes comprar mimosa sensitiva en nuestra tienda de GermiGarden ¿Qué plantas te gustaría ver en nuestro siguiente artículo? Déjanoslo en los comentarios
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